¿Por qué es tan importante que el almacén de un restaurante esté perfectamente ordenado? ¿Cómo conseguirlo? De ello trata este artículo.

La importancia de la organización del almacén de un restaurante

Son varias las principales razones para mantener bien organizado el almacén de un restaurante:

- Mejora de la eficiencia.

- Reducción del desperdicio.

- Menores pérdidas de alimentos o bebidas por fecha de caducidad.

- Mayor control de stocks.

- Rapidez en la búsqueda de los productos.

- Reposición de productos más sencilla.

La mejor manera de mantener siempre el almacén de un restaurante bien organizado es siguiendo las pautas que se indican a continuación. Y, muy importante también, transmitiendo a todos los trabajadores del restaurante con acceso al mismo la importancia de que así sea.

Pautas para la correcta organización del almacén de un restaurante

1. Diseña un plano del almacén de tu restaurante

Diseña un plano del almacén en el que queden claramente establecidas las diferentes áreas, espacios y elementos del mismo.

Indica en el plano la posición de cada estantería, cámaras frigoríficas, congelador... y fija un plano del almacén a la entrada y en las principales zonas del mismo.

Cada zona o área debe estar etiquetada para que resulte fácil su identificación, como suele hacerse habitualmente en los pasillos de los grandes supermercados, con letreros elevados.

2. Organiza y clasifica cada zona según las categorías de productos

Los productos se deben ordenarse y clasificarse por categorías, respetando su modo de conservación.

La mayoría de los almacenes de restaurantes disponen de productos muy variados, desde productos higiénicos o de limpieza como alimentos tanto perecederos como no perecederos.

Es importante evitar poner en la misma zona los productos de alimentación con los que no lo son, como los productos de limpieza, por ejemplo. Tampoco deben ir juntos los alimentos perecederos de los que no lo son. El objeto de esta separación es respetar el modo de conservación y la temperatura de cada tipo.

Los productos alimenticios cuya vida útil es larga y no precisan de condiciones especiales de conservación deberán almacenarse en zonas frescas, secas y bien ventiladas. Nos referimos, por ejemplo, a las legumbres, los cereales como el arroz, las pastas o todo tipo de productos envasados en latas, botes o conservas de cristal.

Las estanterías para carga manual disponibles en nuestra tienda online son la solución de almacenaje perfecto para el almacenamiento en seco, porque, además de facilitar su reposición, favorecen el mantenimiento del inventario y soportan diferentes pesos en función de tipo de estantería escogida.

Los productos más ligeros debe situarse en las baldas de arriba y los más pesados, en las de abajo. Aunque esto sea obvio, nos parece importante recordarlo, sobre todo pensando en que así resultará más fácil al trabajador colocar o disponer del producto.

Además de la zona refrigerada con las cámaras para almacenar los alimentos congelados, también es conveniente disponer de una zona específica para el almacenaje y conservación de los vinos: una bodega dentro o al lado del almacén del restaurante.

Obvia decir que los productos refrigerados tienen que ir en cámara y las estanterías tienen que cumplir unas normas higiénicas que hace necesaria la utilización de estanterías de acero inoxidable.

* En el sito web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación - Ministerio para la Transición Ecológica se pueden consultar las principales disposiciones aplicables a la conservación, almacenamiento y transporte de los alimentos. 

Etiquetarlo todo en la parte frontal permitirá una fácil identificación. Lo mejor es almacenar los productos según categoría: bebidas, especias y condimentos, conservas de verduras, conservas de pescado, alimentos para hornear, para la parrilla, artículos de papelería, productos de limpieza...

3. Coloca los productos según su fecha de caducidad

Al reabastecer el almacén, coloca los productos nuevos detrás de los más viejos, sobre todo si tienen fechas de caducidad. 

Esto es especialmente importante en las zonas refrigeradas donde el almacenamiento  también deben hacerse por categoría. Nos referimos a los productos lácteos, la carne, , el pescado, los huevos y frutas y verduras.

Los productos perecederos siempre estar colocados de tal manera que la fecha de caducidad se vea claramente. De este modo se emplearán a su debido tiempo, evitando así el deterioro y el desperdicio (u otros males mayores).

4. Dispón de una zona de productos con alta rotación

Cómo en muchos negocios, también en los restaurante hay algunos productos que se emplean con más frecuencia que otros. Ello hace recomendable la existencia de una zona en el almacén para estos productos con alta rotación (servilletas, condimentos, por ejemplo).

Esta zona debe estar en la zona frontal del almacén para que su acceso sea fácil y rápido, ya que deberá ser abastecida a diario antes de cada servicio de comidas.

5. Considera un almacenamiento saludable

La salubridad de un espacio en el que se almacenan alimentos es fundamental. Es muy importante mantener el almacén y la bodega de un restaurante limpio, ventilado, ordenado y libre de plagas.

El almacén debería disponer materiales de fácil limpieza, suelos antideslizantes, paredes alicatadas hasta el techo y puertas que permitan el tránsito de grandes volúmenes.

Todos los productos deben protegerse y ordenarse de modo que se reduzcan los riesgos de contaminación.

Para ello es fundamental seguir rigurosamente la clasificación establecida en la que alimentos y productos de limpieza, muchas veces tóxicos, no estén cerca.

Así mismo, es importante evitar que los alimentos estén en contacto directo con el suelo ya que así puedan contaminarse.

Esperamos que estas pautas para la correcta organización del almacén de un restaurante te resulten útiles además de la aplicación de la normativa exigida en materia de conservación, almacenamiento y transporte de los alimentos.