Diseño de almacenes
Diseño de almacenes

A la hora de decidir si se adquiere o construye un nuevo almacén, la empresa tiene que tener atados los costes y establecido el presupuesto que le va a suponer.

Si por ejemplo se trata de un edificio de nueva construcción, debemos tener en cuenta el coste del terreno, los proyectos de ingeniería, el coste de construcción y las autorizaciones administrativas, teniendo siempre en cuenta que se haya estudiado la ubicación adecuada para la instalación del nuevo almacén.

Cuando se empieza a diseñar un nuevo almacén hay que planificar su distribución, donde pueden surgir dos problemas fundamentales:

  1. Decidir el tipo de almacén adecuado para las necesidades de la empresa
  2. La organización del mismo para que cumpla con su función

Para resolver esta situación a la hora de diseñar nuestro almacén tendremos en cuenta aspectos como los siguientes: 

  • Cantidad de productos a almacenar.
  • Estudiaremos las distintas técnicas de almacenaje que se pueden utilizar tales como: estanterías fijas paletizadas, almacenamiento en bloque, etc.
  • Promedio de entrada y salida de materiales por día y semana.
  • Maquinaria utilizada en la manutención.
  • Capacidad de almacenamiento según la altura y los sistemas de almacenamiento empleados.
  • M2 necesarios. 

Diseño de almacenes

A)      Lay-out y plano del almacén

El lay-out consiste en diseñar la distribución de los elementos dentro de un espacio determinado. En el caso del almacén, sería la distribución de sus elementos.

Este diseño permite estudiar cómo ganar tiempo en la preparación de los pedidos, que estos se preparen con la mayor precisión y que la colocación de las existencias se haga en términos eficientes.

Esta es la parte del diseño más técnica y delicada, por lo que habrá que dedicarle el tiempo necesario ya que condicionará el funcionamiento del almacén. 

B)      Disposición de áreas y zonas de trabajo

Es necesario delimitar las zonas de trabajo de nuestro almacén y para ello es necesario el estudio de las circunstancias como: los viales de acceso, altura de las instalaciones, vigas, normas de seguridad e higiene en el trabajo, entre otras.

En cualquier almacén nos podemos encontrar con zonas de almacenamiento, de manipulación del producto, de carga y descarga así como de zonas auxiliares. A continuación desarrollamos de manera individual cada una de ellas:

  1. Zona de almacenamiento

En esta zona encontramos las mercancías que quedarán depositadas a la espera de ser enviadas a la zona de manipulación del producto. 

Hay que tener en cuenta, en esta zona, las características de peso y altura que tienen que coincidir con el tipos de estanterías a utilizar y su colocación. 

También es necesario conocer con exactitud las medidas que tendrán los pasillos para valorar su aceptación. 

Esta zona puede estar dividida en distintas áreas de trabajo como el de selección de mercancías y ubicación en el lugar adecuado. 

  1. Zona de manipulación del producto

En la zona de manipulación del producto partimos de la base de que ya se ha producido la fase de picking.

Es hora de empaquetar y preparar los pedidos que tienen que ser enviados a los clientes. 

En esta zona es probable que hay que utilizar algún tipo maquinaria para la preparación de pedidos por lo que es conveniente tener en cuenta los distintos puntos de luz en el almacén. 

Aquí trabajaremos en áreas de embalaje, de etiquetado, de preparación así como un área de control de todas las mercancías que saldrán de nuestras instalaciones.

  1. Zona de carga y descarga

Será la zona a través de la cual llegan las mercancías a nuestras instalaciones y que posteriormente llevaremos al almacén.

Es aquí donde aparecen muelles, que son equipamientos industriales que nos facilitan la distribución de mercancías en nuestras instalaciones, así como la realización de estas operaciones de carga y descarga en los vehículos de transporte de mercancías.

La construcción de los muelles se verá influenciada por el tipo de vehículos con los que trabajaremos.

Podemos hablar de algunos elementos que nos encontramos en los muelles y que facilitan nuestro trabajo.

En primer lugar, nombraremos los “abrigos”. Son unos elementos “tipo fuelle”, creados con un material flexible y que envuelven una parte de la caja del vehículo impidiendo la entrada de agua, polvo o aire y facilitando el proceso de carga/descarga.

Por otro lado, podemos nombrar las “rampas niveladoras”, que son un dispositivo fijo o móvil destinado a cubrir el espacio entre el muelle de carga y la superficie de carga de un vehículo que puede encontrarse en diferentes niveles.

       4. Zonas auxiliares

Es necesario tener en cuenta que todo almacén necesita una zona de servicios auxiliares, como una oficina con un área para archivo, aseos, un área de descanso para el personal, un botiquín, un control de acceso a nuestras instalaciones o un parking de vehículos para el personal y visitas. 

Es necesario contar en el almacén con una oficina de gestión para que se ocupe de toda la documentación que se genera (pedidos, albaranes, etc.), y en cualquier caso esté en continua comunicación con las oficinas centrales de la empresa, si las hubiera. 

estanterías metálicas


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