Diseño del almacén: aspectos a considerar en la distribución interior
Diseño del almacén: aspectos a considerar en la distribución interior

Continuamos con el tema del diseño del almacén al que hemos dedicado los últimos artículos. En uno de ellos tratamos los aspectos a considerar a la hora de diseñar un almacén y en otro, vimos como la planificación las zonas externas al almacén tiene una gran influencia en el posterior desarrollo de su actividad. En éste nos vamos a centrar en los aspectos a considerar en la distribución interior de un almacén.

El lay out o distribución del espacio interior es uno de los aspectos más complejos de la logística de almacenes. Por un lado, tenemos el espacio físico edificado y, por otro, las necesidades de almacenamiento a medio y largo plazo.

A la hora de planificar la distribución interior de un almacén hay que considerar las necesidades de un sistema de almacenaje que permita conseguir los siguientes objetivos:

- Aprovechar eficientemente el espacio disponible.

- Reducir al mínimo la manipulación de materiales.

- Facilitar el acceso al producto almacenado.

- Conseguir el máximo índice de rotación de la mercancía.

- Tener la máxima flexibilidad para la ubicación de productos.

- Facilitar el control de las cantidades almacenadas.

El proyecto del lay out debe evitar zonas y puntos de congestión, facilitar las tareas de mantenimiento y obtener la mayor velocidad de movimiento.

La distribución de la planta se hace conectando las distintas zonas del almacén con puertas de acceso, obstáculos, pasillos y pasos de circulación. Sin embargo, los factores que más incluyen son los medios de manipulación y las características de la mercancía.

Es por ello que antes de organizar los espacios es fundamental analizar las siguientes necesidades:

1. Características de las mercancías a almacenar: forma, tamaño, peso, propiedades físicas.

2. Cantidad que se recibirá de cada suministro y frecuencia del mismo: diario, semanal, quincenal, mensual.

3. Carga máxima de los medios de transporte externo, los equipos disponibles para el transporte interno y el tiempo necesario para cada operación.

4. Unidades máximas y mínimas de cada producto, según necesidades y capacidad de almacenamiento: superficie, altura y métodos empleados.

A la hora de distribuir el interior de un almacén, las zonas que deben estar perfectamente delimitadas son: recepción, almacenaje, preparación de pedidos, expedición y área auxiliares.

Si quieres profundizar sobre las distribución del almacén, puedes leer este artículo que trata sobre las principales zonas de un almacén y su buen funcionamiento.


Comentar

* Captcha